“No odies nunca, haz siempre el bien y confía en la infancia, ellos son el único futuro posible. Esas son las 3 cosas que he aprendido en mis 75 años de vida».
Con esas palabras nos despedía un profesor jubilado en Visice, un pueblito de Bosnia-Hercegovina fronterizo con Croacia en el que Payasos Sin Fronteras (PSF) realizó una de sus actuaciones de la gira de espectáculos que, del 22 de marzo al 5 de abril, llevaron a cabo los artistas voluntarios Ramon Fugarolas, Nacho Camarero, Tona Clapés, Silvia Arriscado, Pau Segalés y Nacho Morán.
Los Balcanes, tierra que vio nacer a la ONG barcelonesa Payasos Sin Fronteras hace 22 años, siguen necesitando de los juegos y espectáculos (y sobre todo de las sonrisas que provocan) de estos artistas profesionales que regalan su trabajo. PSF mantiene proyectos activos en Kosovo y Bosnia-Hercegovina, y un equipo de Payasos Sin Fronteras Italia, afiliado a PSF, mantiene un proyecto en la República de Serbia.
El objetivo que mueve estas intervenciones es el de reunir en un mismo espacio a la infancia de las diferentes comunidades que habitan la región y que hasta hace poco se estuvieron enfrentadas en guerras devastadoras. Facilitar la convivencia desde la base, la infancia, utilizando la risa y las sonrisas como elemento que nos iguala a todos, ese es el fin de las intervenciones de PSF.
Esta expedición ha hecho reír a niños y niñas, y también a adultos de origen serbo-bosnio, bosnio, croata de Bosnia-Hercegovina, albanés y romaní. Los artistas han viajado de este a oeste del país, de la frontera con Croacia a la frontera con Serbia, y han realizado actuaciones en escuelas divididas (escuelas en las que se imparten clases de forma dividida en función de si los niños son bosnios o croatas de Bosnia), en escuelas rurales de Srebrenica para infancia serbo-bosnia y bosnia por igual, en orfanatos y casas para mujeres maltratadas en Sarajevo… En total han sido actuaciones para más de 1.400 personas, niños y niñas en su mayoría, que de Gorazde a Stolac, pasando por Sarajevo, se han desternillado con estos locos de la nariz roja que se empeñan en que la risa no desaparezca jamás.
Podemos decir que en Bosnia-Hercegovina hay mil países, sí, por albergar tanta diversidad, tantas comunidades… Pero sólo hay una infancia. Allí y aquí. La infancia en todo el mundo nos muestra el valor de lo inocente, nos hace creer en un futuro mejor, porque una infancia feliz nos podrá llevar a un mundo más justo, más solidario y menos arrogante. Por ellos y para ellos actúan los voluntarios de Payasos Sin Fronteras, para que no haya infancia sin ser infancia, para que no haya infancia sin derecho a reír.
Esta expedición ha sido posible gracias a la colaboración desinteresada de muchas personas e instituciones, entre las que contamos con Casanova Foto, que de nuevo nos ha brindado de forma totalmente gratuita un equipo fotográfico profesional para que podamos documentar la intervención y os la podamos mostrar a todos los que nos leéis ahora. ;) ¡¡Gracias amigos!!
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