Modos de disparo P-A-S-M

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Por Roberto Alcaraz e Irene Terrón.

Prácticamente todas las cámaras tienen los modos P-A-S-M. Es posible, incluso, que vuestra cámara tenga más modos, representados con dibujitos como una montaña (paisaje), una cara (retrato) o una flor (macro), que son variaciones de estos cuatro modos principales que os explicamos hoy.

Antes de explicar cada modo, repasamos los mecanismos de la cámara que intervienen en la exposición, o sea, en el control de la luz que llega hasta el sensor.

  • ISO: es el índice de sensibilidad de la cámara. Si la luz es abundante, bajamos el ISO. Si la luz es escasa, lo subimos.
  • Diafragma o iris: es un mecanismo que está dentro del objetivo y que controla la cantidad de luz que entra mediante una apertura circular (como el iris de nuestros ojos). Cuanto mayor es el número, menor es la apertura, o sea, que los números menores dejan pasar más luz.
  • Obturador: es la barrera contra la que choca la luz una vez ha atravesado el objetivo. La barrera se abre durante un tiempo determinado, dejando pasar así una cantidad concreta de luz.

Ahora vamos a ver cómo se controlan estos tres elementos en cada uno de los modos.

El modo P es como un piloto automático, la cámara lo controla todo. En algunas cámaras, podremos controlar la sensibilidad (ISO), pero la cámara decidirá la apertura, la velocidad y hasta si hace funcionar el flash. Nosotros solo nos cuidaremos de la composición y de disparar. Este modo puede ser interesante para algunas situaciones, pero cuando empecemos a no estar de acuerdo con las decisiones que toma nuestra cámara, será el momento de investigar otros modos.

En el modo A nosotros controlamos la apertura, es decir, el diafragma. La cámara se encargará de ajustar la velocidad. La apertura del diafragma no sólo afecta a la exposición, de ella depende también el control de la profundidad de campo, es decir, todo lo que queramos que salga enfocado o desenfocado.

Si elegimos el modo S controlaremos la velocidad de obturación. Nosotros mandamos sobre el obturador y la cámara decide sobre el diafragma. Las velocidades altas congelan el movimiento y las bajas nos permiten destacarlo mostrando borroso todo aquello que se mueve.

Como habréis adivinado, el modo M nos permite el control manual total de la imagen. En más de una ocasión, nos interesará “desobedecer” a la cámara, como por ejemplo en contraluces, cuando el fondo es muy claro o muy oscuro o siempre que tengamos una idea clara de la imagen que queremos.

Los que no habéis jugado hasta ahora con los modos P-A-S-M, ¿os animáis a probar y a contarnos la experiencia?

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5 comentarios

    1. Hola Rubén,
      En el modo P la cámara elije abertura del diafragma y velocidad del obturador pero te deja escoger otros parámetros como el ISO o la utilización o no del flash. En el modo automático es la cámara la que manda y no puedes modificar prácticamente nada de los parámetros de la foto.
      Saludos.

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