Probamos el ZEISS Otus 85/1.4

¡Esta vez sí! El 55 no pude probarlo, pero este verano he podido probar el Zeiss Otus 85/1.4. Una óptica fantástica que ha explotado al máximo el sensor de mi D800.

Yo no voy a hacer un análisis sesudo con gráficas, números, cuantificaciones, etcétera. Os podría decir que soy fotógrafo y que lo que importa es la imagen, la atmósfera y esas cosas, pero la verdad es que yo no sé tanto como los que hacen este tipo de pruebas técnicas…

Aunque ya llevo suficiente tiempo en esto como para tener un ojo educado a ciertas sutilezas y como para reconocer cuando algo es bueno. Aún así, en este caso no hace falta tener un ojo muy educado, los resultados que logra obtener este objetivo son tan contundentes que no hace falta ser ningún experto.

El objetivo impresiona, es grande y sobrepasa el kilo de peso. La construcción está hecha, como decía mi abuelo, “para toda la vida”. El funcionamiento del anillo de enfoque es suave, preciso y fluido y los resultados, como os he dicho antes, son impresionantes

Yo lo he usado haciendo retratos y alguna composición de fotografía de calle. Pude tenerlo poco tiempo. Para no caer en la tentación de exprimirlo en edición, he tirado en jpeg directo de cámara y tal como se han tomado las imágenes os las muestro. Cuando las vi en pantalla noté que el procesado de la cámara me parecía excesivo y tiré algunos RAW para exportarlos “tal cual” desde Capture One sin máscara de enfoque.

El nivel de detalle y acutancia (microcontraste para los de la LOMCE) es asombroso. Si la exposición es correcta, podemos ampliar hasta donde queramos sin desvirtuar las texturas.

Esta foto está tomada a una distancia considerable (unos 10 metros), pero las modelos están perfectamente recortadas del fondo gracias a la generosa apertura de f/2.

He de decir que no es fácil hacer retratos con esta apertura, y menos a bebés, aunque el anillo de enfoque ofrece un control soberbio para ir desplazando el plano de enfoque con total precisión.

El bokeh me parece espectacular, es suave, armónico, sin estridencias.

El objetivo responde realmente bien a cualquier apertura, por ejemplo esta imagen esta tomada a f11, apertura suficientemente pequeña como para que en mi cámara (36 mpx) comience a notarse la merma de contraste y definición de la difracción. Mirad la zona de las altas luces, algo quemadas, pero con su textura y totalmente libre de aberraciones cromáticas, a la vez que se mantiene un detalle excelente en las sombras. Conversión a jpg usando Capture One, sin ningún ajuste.

Las dos siguientes imágenes son contraluces. El nivel de detalle en las sombras es soberbio y fijaos que no hay ninguna aberración ni coloración extraña en los bordes. Estas dos fotos fueron disparadas en RAW y directamente exportadas utilizando Capture One, sin ningún ajuste.

Aprovechando la apertura máxima para dejar espacio a la imaginación y que no esté todo enfocado.

Me ha parecido una óptica fuera de lo común, realmente acerca mucho los resultados de mi réflex a los equipos de formato medio, y aunque este objetivo valdrá casi 4.000 euros de nada, el conjunto de cámara y lente vale mucho menos que un cuerpo de cámara de formato medio, sin ópticas.

Soy consciente de que no es lo mismo, pero me planteo la cuestión de si la pequeña diferencia en el “look” justifica la gran diferencia en el precio. Habrá quien piense que sí y habrá quien piense que no,  por eso habrá público para unos y para otros, puesto que hasta hace poco, este nivel de calidad era mucho más exclusivo y lo que hace Zeiss es ampliar la oferta dentro de este exigente mercado. Eso sí, sin concesiones, el objetivo es una especie cheque en blanco a un equipo de ingenieros ópticos.

Retrato, a lo Sara Montiel, interponiendo una cortina, aún así la imagen se sostiene.

DATOS TÉCNICOS

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