Probamos la Leica Q Titanium Gray

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Este fin de semana hemos tenido la ocasión de probar la última edición de la compacta más premium, la Leica Q Titanium Gray. Pese a que a veces Leica nos sorprende con unas ediciones especiales para gustos muy particulares, el acabado lacado en gris titanio – del cual quien escribe estas líneas es muy fan – de la parte metálica del cuerpo, con los mandos en negro y los grabados en blanco y rojo, junto con la correa de cuerda de escalada negra con acabados en piel, hacen de esta Q un modelo más elegante, pero manteniendo la sobriedad y la discreción.

leica q titanium gray

Con la Q en la mano

Como de las especificaciones ya hablamos en el post de su presentación, vamos a lo que de verdad importa. ¿Qué tal la Leica Q Titanium Gray? Un detalle que se agradece, el nuevo lacado, aunque sea menos discreto, es bastante más sufrido con las huellas. Como no hay cambios respecto a la original en cuestiones de ergonomía, la Q sigue siendo cómoda de coger. Uno de los puntos que más me han gustado es la disposición de los controles. Es simple, limpia, y todo está donde debería estar por lógica.

Otro punto a favor de la cámara es que es realmente compacta. Más teniendo en cuenta que es una cámara con un sensor de 36×24 mm, con un Summilux  28 mm f1.7 y visor integrado. Con la construcción y los acabados de la casa, no se siente pesada en la mano, pero sí muy sólida. La verdad es que, por tamaño y peso, no da nada de pereza cogerla siempre.

La Leica Q Titanium Gray, tan elegante como compacta.
La Leica Q Titanium Gray, tan elegante como compacta.

Por buscarle una pega, lo único que no me acaba de convencer es el bloqueo del aro de enfoque. Para pasar de enfoque automático a manual hay que apretar la punta de la palanca de la pestaña que sobresale en el aro de enfoque para ayudar a enfocar con un dedo, y girar. El problema es que este botón en la punta está tan bien escondido que cuesta apretarlo a veces y corremos el riesgo de forzar el mecanismo de bloqueo.

 

En funcionamiento

Por bonita y cómoda que sea, y bien hecha que estéuna cámara es para usarla, para hacer fotos.  Lo que comento en el apartado anterior ayuda mucho a que la cámara no se meta en medio del acto fotográfico. El auto-foco, sin ser el más rápido del mercado, responde con agilidad y fija el foco donde toca. Enfocando manualmente, tenemos dos ayudas que pueden estar activas a las vez: focus-peaking y ampliación de parte de la imagen. Si a esto le añadimos que al tener una focal de 28mm tendremos una profundidad de campo generosa, que podemos abrir diafragma hasta ƒ1.7 y que nos permite despreocuparnos bastante del ruido hasta ISO3200, no tendremos problemas en tener imágenes nítidas y sin trepidar incluso tirando a mano a velocidades lentas como podría ser 1/15s o 1/8s.

Resultados y…¿para quién es la Leica Q Titanium Gray?

Creo que la Leica Q es ideal para cualquier persona que le guste o se dedique a la fotografía documental. Heredando filosofía de su «hermana mayor», la M, es pequeña, no intimida y tiene una lente de una calidad soberbia. Si bien tener un siempre 28mm en lugar de un 35mm, más polivalente, puede condicionar un poco. Aquí tenemos unas cuantas fotos en blanco y negro de un par de paseos con ella por Barcelona.

Un guitarrista y una bailarina animan una terraza en el Gótico.
Un guitarrista y una bailarina animan una terraza en el Gótico.

 

Carantoñas a un caniche gigante a la salida de un rodaje en el Call.
Carantoñas a un caniche gigante a la salida de un rodaje en el Call.

 

Un guitarrista toca en la calle tras la Catedral de Santa Eulàlia.
Un guitarrista toca en la calle tras la Catedral de Santa Eulàlia.

 

Cae la noche en el bingo de la Gran Vía.
Cae la noche en el bingo de la Gran Vía.

 

Una pareja se besa en los búnkers del Carmel, con Barcelona a sus pies.
Una pareja se besa en los búnkers del Carmel, con Barcelona a sus pies.

 

Una de las curiosidades de la Leica Q es su función de macro. Pese a que no se trata de una focal y una magnificación que lo conviertan en macro-fotografía real, es cierto que nos permite sacar algunas fotos que de otra manera no podríamos por distancia de enfoque.

Probando la capacidad de la posición "MACRO" del aro de enfoque.
Probando la capacidad de la posición «MACRO» del aro de enfoque.

Pero, ¿es sólo una cámara para fotografía documental o foto de calle? Personalmente creo que no. Si tenemos en cuenta que la cámara es de muy fácil manejo, que tiene una focal a la que, para bien o para mal, nos hemos acostumbrado a base de llevarla – en una focal equivalente – en nuestros teléfonos móviles, y que no es un trasto inmenso que da pereza sacar del armario; es una cámara familiar, para viaje, para llevar siempre encima con suficiente calidad de imagen y construcción para amortizar su precio, que entiendo que al consumidor medio quizá se le antoje algo elevado de entrada.

La Leica Q también nos va a permitir capturar momentos familiares, como por ejemplo lo gracioso que está mi perro al llevarlo a lavar.
La Leica Q también nos va a permitir capturar momentos familiares, como por ejemplo lo gracioso que está mi perro al llevarlo a lavar.
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