A pocos días de su lanzamiento, hemos tenido la oportunidad de pasar unas horas con la Fujifilm X-E3, la nueva y flamante “telemétrica” digital de la marca.
Por fuera
Sucesora de la X-E2S y en la misma línea estética, lo primero que sorprende de este nuevo modelo es su tamaño y su diseño renovado. La X-E3 es muy compacta y aún así sigue fiel al estilo de la serie X, manteniendo prácticamente todos los controles a mano.
Realmente pequeña, los objetivos XF de focal fija y de pequeño tamaño serán sus mejores aliados.
Fujifilm prescinde del pequeño flash de su antecesora e incluso de los botones de dirección (D-Pad) con el fin de reducir el tamaño al máximo, rediseñando toda la trasera de la cámara.
Con una pantalla mejor integrada (como en la X100F), botonera redistribuida en la parte derecha y superior y un nuevo joystick que pasa a ser el principal protagonista, junto a la función táctil de la pantalla, para poder navegar entre menús y revisar los archivos.
Echando la vista hacia atrás, y aunque las comparaciones siempre son odiosas, tengo que reconocer que el nuevo diseño le sienta realmente bien. De hecho, la primera impresión me hizo dudar de que el joystick fuera suficiente para controlar la cámara pero me ha sorprendido la agilidad con la que puedes moverte y en ningún momento he echado en falta el D-Pad.
La pantalla táctil permite elegir el punto de enfoque y hacer zoom en las imágenes como si se tratara de un smartphone; y lo más sorprendente, no pierde su funcionalidad mientras tu ojo está en el visor, pues puedes tocar sobre la pantalla para hacer zoom, por ejemplo, función interesante si estás trabajando con enfoque manual.
El único aspecto negativo quizás sea el agarre limitado debido al propio tamaño de la cámara. En este sentido se echa en falta una goma en la parte delantera como la de la X-Pro2 donde pegar el dedo índice y ganar seguridad y, en la parte trasera, el grip para el pulgar no parece lo suficientemente consistente aunque la unidad que probamos es de preserie.
Por dentro
Como era de esperar, Fuji sigue actualizando los sensores de sus nuevos lanzamientos. En este aspecto, la X-E3 monta el mismo sensor X-Trans de 24MP que monta el resto de la serie X.
Y es que, pese a su aspecto, tamaño y visor pequeño, la cámara se hace grande en el rendimiento.
Sorprende la velocidad de enfoque, muy mejorada respecto al modelo anterior e incluso por encima de algún modelo teóricamente superior. Enfoca con rapidez incluso en situaciones de poco o nulo contraste. Fujifilm asegura también haber mejorado el modo de seguimiento de enfoque “C” y la verdad es que, con lo poco que lo he podido probar, funciona muy muy bien y si a esto le unimos las 8 fotos por segundo en disparo continuo (que llegan a ser 14 en obturador electrónico), disponemos de un potencial increíble para una cámara de este tamaño y peso.
Novedades en cuanto a rendimiento pero no en cuanto a la calidad de los archivos (respecto a la gama actual de Fujifilm). La X-E3 se equipara con las X-T2/X-T20/X-Pro2, los archivos JPEG son de gran calidad y el rendimiento del sensor parece prácticamente el mismo.
Se mantienen los modos de simulación de película. Aquí, Classic Chrome y Acros respectivamente.
La verdad es que sorprende semejante rendimiento en una cámara de la que podríamos llegar a pensar que se trata de una gama de entrada, algo más banal. La XE-3 es un lobo con piel de cordero.
En resumen, me parece una gran opción como cámara viajera, para callejear y para llevarla siempre contigo. Y, teniendo en cuenta el rendimiento, incluso me parece una opción a tener en cuenta para los usuarios de la X-Pro2, acostumbrados a trabajar con un ojo libre, que necesiten un segundo cuerpo.
Aqui algunas imágenes de muestra más.
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