Como os contábamos el pasado Octubre en esta entrada, Canon anunciaba la nueva versión del buque insignia de la serie PowerShot, la Canon PowerShot G1X Mark III. Pues bien, ya hemos tenido oportunidad de probarla.
Pese a llevar el último sensor APS-C de la casa, ya utilizado en otras como la Canon EOS M6 y el procesador DIGIC7, varios controles manuales y visor integrado, el cuerpo es muy compacto, como se puede apreciar en las siguientes fotografías.
Ergonomía, diseño y uso
Es imposible ver la nueva Canon PowerShot G1X Mark III y no pensar en la EOS M5. Con unas líneas parecidas, aunque algo más pequeña todavía, y más ligera.
Teniendo en cuenta las dimensiones totales, el visor integrado se nos antoja de buen tamaño. Eso sí, la tasa de refresco podría ser un poco más elevada. En ocasiones, sobretodo con poca luz, se aprecia parpadeo. No obstante, cumple su función adecuadamente.
El resto de los controles están más o menos donde se supone que deberían estar. Ha sido buena idea incluir un dial de compensación de exposición y mover el dial de modos al lado izquierdo de la cámara. El dial frontal, prácticamente vertical en lugar de horizontal, también nos ha parecido más cómodo. Paradójicamente, el botón más incómodo de todos, tanto por posición como por tacto, es el de encendido y apagado de la cámara. Alguna vez encendimos la cámara y nos la llevamos a la cara para comprobar que no lo habíamos hecho.
En uso, la cámara es ágil, como venimos comprobando con todas las Canon que montan el procesador DIGIC7. La autonomía es mejorable, pero era algo que se podía esperar porque la batería es físicamente muy pequeña.
Calidad de imagen
Nos dimos una vuelta por el Fira de Santa Llúcia de Barcelona, dispuestos a probar qué tal el conjunto.
Rango dinámico
La Canon PowerShot G1X Mark III viene equipada con un sensor APS-C de 24,3 megapíxeles. El mismo que encontramos en la EOS 80D y en la EOS M5. Con ellas también comparte el procesador DIGIC7. Así pues, sabemos que tenemos en el cuerpo un conjunto captor con buenas referencias.
La fotografía de arriba nos va a ayudar a ver un poco por dónde van a ir los tiros. Como vemos, tenemos un día claro, y el mercado queda bastante a la sombra de la Catedral de Barcelona, así que tendremos bastante oscura la parte del mercado si no queremos quemar el cielo.
Como vemos, pese a que hemos recuperado cerca de dos pasos entre exposición, y realce de altas luces y blancos, la imagen es perfectamente usable, aunque haya aparecido ruido en la zona recuperada. Así pues, el sensor responde como esperábamos según la experiencia previa.
Óptica
Pero, ¿y el objetivo? Tenemos un objetivo con unas características kiteras. de 15-45mm f2.8-5.6 que seria equivalente a un 24-72mm en 35mm.
El objetivo, en cambio, no sale tan bien parado. Teniendo en cuenta que la imagen se ha tomado en el punto más angular, 15mm, y cerrando a f5.6, las esquinas no tienen un comportamiento tan bueno como debieran. Aquí tenemos un detalle de la esquina superior izquierda.
Como vemos, las aberraciones cromáticas son bastante pronunciadas. Por suerte, el problema se soluciona casi por completo al corregirlas usando el perfil de cámara incrustado.
Por lo demás, no tenemos mayor queja. Salvando las esquinas, el objetivo tiene suficiente nitidez, como podemos apreciar en las siguientes dos imágenes.
Ráfaga y autoenfoque
En este apartado la cámara se comporta realmente bien. Canon marca en 7 fotos por segundo la ráfaga con el autofoco activo en las especificaciones y la realidad no se aleja de esa cifra. Esto nos permitirá capturar escenas con movimiento con relativa facilidad.
Incluso en ráfagas en situaciones un poco caóticas, la cámara aguanta bien el autofoco.
En cuanto al autofoco, es bastante fiable con buena luz, incluso con contrastes que podrían confundirlo, como las sombras de esta escena. En situaciones de poca luz, puede tantear un par de segundos hasta que fija el foco.
Altas ISOs
En altas ISOs, hay que decir que el sensor se comporta tal y como sería de esperar para los tiempos que corren. En esta imagen, a 1600ISO, vemos que el ruido está absolutamente bajo control en zonas en sombras. Con buena luz, hasta 6400ISO los resultados son correctos.
Modo «macro»
Cómo es habitual en este tipo de cámaras no es un macro real. No obstante el modo enfoque en modo macro funciona bastante bien.
Canon PowerShot G1X Mark III: Valoración final
No hemos entrado en temas de vídeo, porque como en otras Canon de estas gamas, está, pero no es protagonista. Aunque la ausencia de un modo 4K a estas alturas se hace notar. Tampoco en la conectividad, porque es igual de buena que en los anteriores modelos de Canon que hemos ido probando.
Así pues, ¿para quién es la PowerShot G1X Mark III? Para quién le guste la calidad e ir ligero, pero no quiera complicarse la vida con una EOS M5 cambiando objetivos o lidiar con una réflex de Canon de gama media por tamaño y peso.