Probablemente una de las cosas que más haces cuando estás de vacaciones es tomar fotos. Dispones de más tiempo, lo estás pasando bien, ves lugares por primera vez, o bien, te reencuentras con la familia, sea como sea, la situación invita a tomar fotos. Por tanto debemos responder a la pregunta ¿Qué cámara me llevo de vacaciones?
Cámara o móvil
Aunque los móviles han ido desplazando a las cámaras en ese uso de documentación inmediata de lo cotidiano, la cámara sigue ofreciendo muchas ventajas sobre los smartphones (zoom, sensor grande, buenos resultados de noche, profundidad de campo…). Si vas a hacer postureo, tómatelo en serio y usa una cámara o un dron…
Por otro lado, llevar una cámara es una declaración de intenciones. Es tener claro que has escogido llevar la herramienta que te permite tomar fotos, que sí, que ya sé que un móvil también te lo permite, pero en un móvil es solo una opción. Yo lo veo como escoger llevar una tablet o un libro. Uno es para leer y en la otra también puedes leer. Llevar una cámara te obliga, de alguna forma, a pensar en tomar fotos y en cómo vas a hacerlo de una forma más consciente que llevando un móvil.
La importancia de los recuerdos
Inmortalizar las vacaciones es una de las inversiones de tiempo más satisfactorias que conozco. Una de las cosas por las que me encanta ir a casa de mis padres es porque tienen álbumes de fotos de cuando mis hermanos y yo éramos niños, es una maravilla poder mantener esos recuerdos que, con total seguridad, habría olvidado de no ser por esos álbumes. Y lo mismo pasa con los vídeos, ver ahora el vídeo de la primera vez que se bañó mi hija le gusta tanto a ella como a mí.
Las necesidades fotográficas
Evidentemente cada persona tenemos un concepto de vacaciones distinto. Seguramente mis “necesidades fotográficas” no serán las mismas que las tuyas, y las necesidades de quien vaya a un parque natural de África no serán las mismas que si se ha optado por visitar Berlín.
En este vídeo te cuento qué tipos de cámara se pueden adaptar mejor a tus vacaciones, siempre desde la premisa de que “la mejor cámara es aquella que siempre llevarás encima“
Lo importante es pasarlo bien
Una de las cosas que más disfruto es salir a pasear, sin rumbo, y con una cámara encima, e ir mirando los lugares como lo haría un niño, sin prejuicios ni ideas preestablecidas, con una simple (y a la vez tan difícil para los adultos) actitud lúdica. Voy tomando fotos de aquellas cosas que me interesan. Para mí eso ya son vacaciones, y si lo puedo rematar con un baño en la playa con la familia y un buen arroz para comer, pues ya tenemos el kit completo.
